
El café ocupa un lugar destacado en la vida cotidiana de muchos. A menudo lo incorporamos casi de forma automática, preparando nuestra dosis diaria de cafeína mientras aún nos desperezamos, listas para enfrentar el día. Disfrutamos de su calor reconfortante en invierno, colocando nuestras manos heladas alrededor de la taza, y apreciamos el ritual cultural de verter el espresso sobre hielo y revolver con elegancia cuando suben las temperaturas. No es simplemente una rutina, es toda una experiencia que invita a la compañía, domina las sobremesas y se convierte en la excusa perfecta para compartir un momento especial.
No es de extrañar que los amantes del café se pregunten a veces cuál es el límite máximo de tazas diarias recomendadas, porque como con todo, el exceso nunca es beneficioso. Pero también surge la interrogante sobre los efectos que esta bebida puede tener en nuestro cerebro. ¿Puede un consumo elevado de café tener efectos adversos?
El café contiene altas dosis de cafeína, convirtiéndolo en un producto psicoactivo que afecta directamente al sistema nervioso central, alterando su funcionamiento. Aunque este hecho pueda generar preocupación, estudios científicos han confirmado que el consumo moderado de café tiene efectos positivos en la salud del sistema nervioso y además reduce el riesgo de diabetes.
Beneficios del consumo responsable de café para el sistema nervioso
El café es nuestro aliado matutino por una razón. La cafeína que contiene estimula el sistema nervioso, manteniéndonos alerta al inhibir la acción de la adenosina, un neurotransmisor que promueve el sueño. Esta acción libera otros neurotransmisores como la noradrenalina, dopamina y serotonina, mejorando el ánimo, el tiempo de reacción y la atención a corto plazo.
Estudios científicos también han demostrado que el consumo de cafeína mejora la memoria a corto y largo plazo, y se ha sugerido que puede tener efectos protectores contra enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Además, se ha observado que el consumo habitual de café podría reducir el riesgo de padecer párkinson.
A pesar de todos estos beneficios, es crucial recordar que deben ser dentro de un marco de consumo responsable, no superando aproximadamente las 3 o 4 tazas al día recomendadas, ya que un exceso podría acarrear efectos negativos.