El Tribunal Administrativo Tributario (TAT) ha otorgado un crédito fiscal de $20.2 millones a Inversiones Encanto, S.A., operadora de la cadena Justo y Bueno en Panamá, una decisión que ha generado preocupación en varios sectores debido a su impacto en las finanzas públicas y el potencial precedente que establece.
Este crédito fiscal, resultado de un supuesto arrastre de pérdidas durante los periodos fiscales de 2016 a 2020, ha sido cuestionado por cinco gremios de contadores públicos autorizados, quienes lo consideran lesivo para el Tesoro Nacional y alertan sobre su impacto negativo en la economía del país.
El fallo del TAT ha sido objeto de un análisis detallado por parte de estos gremios, quienes advierten que equiparar el arrastre de pérdidas con un crédito fiscal líquido exigible distorsiona el tratamiento fiscal establecido en la legislación tributaria. Esta situación podría abrir la puerta a reclamaciones similares por parte de otras empresas, creando un precedente que afectaría los ingresos del Estado.
La resolución del TAT ordena a la Dirección General de Ingresos (DGI) reconocer el crédito fiscal a Inversiones Encanto y autoriza su cesión a la sociedad Quantex Management Corp., lo que genera incertidumbre sobre las implicaciones de esta medida en la política fiscal y la administración tributaria.
Los gremios de contadores públicos destacan que el artículo 698-A del Código Fiscal establece claramente los procedimientos para reclamar beneficios fiscales por pérdidas, los cuales no son transferibles según la legislación vigente. Esta decisión del TAT, por lo tanto, contraviene los principios establecidos en la normativa tributaria.
Además, señalan que la creación de un crédito a cuenta corriente sin una contrapartida adecuada perjudica a la DGI y al Tesoro Nacional, ya que no existe una base real para la aplicación de este beneficio fiscal.
El reconocimiento de este crédito fiscal plantea interrogantes sobre la transparencia y la equidad en el sistema tributario, especialmente considerando que Inversiones Encanto no estaba sujeta a incentivos fiscales sobre las pérdidas incurridas.
La concesión de este crédito fiscal ha generado controversia y preocupación entre los expertos y los sectores interesados, quienes instan a una revisión cuidadosa de esta decisión y a la adopción de medidas para salvaguardar los intereses financieros del Estado.