La cirugía estética sigue avanzando y adaptándose a las necesidades y deseos de las personas, incluso aquellos más arriesgados. Una de las intervenciones más recientes y populares en Colombia es el cambio de color de ojos. Este procedimiento busca alterar el color natural de los ojos mediante una cirugía en la que se inyecta un pigmento en el iris, generando un cambio de tono. Sin embargo, este proceso no está exento de riesgos significativos.
Inicialmente, las personas que deseaban cambiar el color de sus ojos utilizaban lentes de contacto de color, una solución temporal y no invasiva. Con el tiempo, la demanda por un cambio permanente llevó al desarrollo de procedimientos quirúrgicos especializados. Hoy en día, existen dos métodos principales para cambiar el color de los ojos: uno temporal y otro permanente.
Queratopigmentación: Un Procedimiento Invasivo y Costoso
La queratopigmentación es un procedimiento quirúrgico invasivo en el que se inyecta pigmento en el iris a través de un pequeño orificio en la córnea. Este método permite oscurecer o cambiar el color del iris. Actualmente, el costo de este procedimiento puede alcanzar los 12,000 dólares. A pesar de su efectividad, este procedimiento conlleva varios riesgos.
Iridoplastia Láser: Menos Invasiva pero con Riesgos
Otro método es la iridoplastia láser, un procedimiento menos invasivo en el que se utiliza un láser para destruir la melanina en el iris, aclarando así el color de los ojos. Aunque es menos invasivo que la queratopigmentación, sigue implicando riesgos considerables.
Los precios de estos procedimientos varían dependiendo de diversos factores como la clínica, la ciudad y el cirujano. Aun así, ambos métodos representan un costo elevado no solo en términos económicos, sino también en cuanto a la salud visual de los pacientes.
Riesgos Asociados con la Cirugía de Cambio de Color de Ojos
- Pérdida de Visión: Los procedimientos quirúrgicos pueden dañar las estructuras del ojo, llevando a una pérdida parcial o total de la visión.
- Glaucoma: El aumento de la presión intraocular debido a la cirugía puede llevar a glaucoma, una condición que puede causar daño permanente al nervio óptico y pérdida de visión.
- Cataratas: Las intervenciones quirúrgicas pueden incrementar el riesgo de desarrollar cataratas, que son opacidades en el cristalino del ojo que pueden afectar la visión.
- Inflamación e Infección: Toda cirugía ocular conlleva el riesgo de infecciones o inflamaciones (endoftalmitis), que pueden ser difíciles de tratar y potencialmente peligrosas.
- Daño Corneal: Los procedimientos pueden dañar la córnea, resultando en visión borrosa, dolor y, en casos extremos, la necesidad de un trasplante de córnea.
- Desprendimiento de Retina: La cirugía podría aumentar el riesgo de desprendimiento de retina, una condición grave que requiere tratamiento urgente para prevenir la pérdida de visión.
- Rechazo del Implante: En el caso de los implantes de iris, el cuerpo podría rechazar el material implantado, llevando a inflamación crónica y daño ocular.
- Dolor y Molestias Crónicas: Algunos pacientes experimentan dolor crónico, sensibilidad a la luz o sensación de cuerpo extraño en el ojo después de la cirugía.
El cambio de color de ojos, aunque deseado por muchos, es un procedimiento que debe ser considerado con precaución debido a los numerosos riesgos y complicaciones que puede conllevar.
