Este jueves, el Centro de Predicción Meteorológica Espacial (SWPC) emitió la primera alerta de tormenta solar geomagnética severa desde 2005. ¿Qué significa esto?
«Una tormenta geomagnética es una perturbación importante de la magnetosfera de la Tierra que se produce cuando hay un intercambio muy eficiente de energía desde el viento solar hacia el entorno espacial que rodea la Tierra», explica el SWPC en su sitio web.
Estas tormentas resultan de variaciones en el viento solar que «produce cambios importantes en las corrientes, plasmas y campos en la magnetosfera de la Tierra».
Para que ocurran, deben darse condiciones de viento solar durante períodos sostenidos y de alta velocidad. Pero principalmente, señala el SWPC, «un campo magnético de viento solar dirigido hacia el sur (opuesto a la dirección del campo de la Tierra) en el lado diurno de la magnetosfera».
Desde el miércoles, se han observado al menos cinco eyecciones de masa coronal (CME) dirigidas hacia la Tierra.
«Las CME son explosiones de plasma y campos magnéticos procedentes de la corona solar. Provocan tormentas geomagnéticas cuando se dirigen hacia la Tierra. Las tormentas geomagnéticas pueden afectar a las infraestructuras en órbita cercana a la Tierra y en la superficie terrestre, interrumpiendo potencialmente las comunicaciones, la red eléctrica, la navegación y las operaciones de radio y satélite», explica el SWPC.
¿Qué consecuencias pueden tener estas tormentas solares?
Según el SWPC, una tormenta de esta magnitud podría hacer que la aurora boreal se viera tan al sur como en Alabama y el norte de California.
«Hay corrientes producidas en la magnetosfera que siguen el campo magnético, llamadas corrientes alineadas con el campo, y estas se conectan con corrientes intensas en la ionosfera auroral. Estas corrientes aurorales, llamadas electrochorros aurorales, también producen grandes perturbaciones magnéticas», detalla.
Además, estas tormentas pueden «aumentar la densidad y la distribución de la densidad en la atmósfera superior, provocando una resistencia adicional a los satélites en la órbita de la Tierra», según el SWPC. Asimismo, podrían alterar «la trayectoria de las señales de radio y crear errores en la información de posicionamiento proporcionada por el GPS».
«Si bien las tormentas crean hermosas auroras, también pueden alterar los sistemas de navegación como el Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) y crear corrientes inducidas geomagnéticamente dañinas (GIC) en la red eléctrica y las tuberías», describe el SWPC.
Las tormentas solares también pueden suponer riesgos para las misiones espaciales tripuladas.
El centro advirtió que la actividad solar adicional podría provocar que las condiciones de tormenta geomagnética continúen durante el fin de semana.
Hasta la fecha, los investigadores han observado solo tres tormentas geomagnéticas severas durante el actual ciclo solar, que comenzó en diciembre de 2019, según el centro.
Anteriormente, el 23 de octubre se produjo una tormenta geomagnética extrema G5, que provocó cortes de energía en Suecia y daños a transformadores de energía en Sudáfrica, según el centro.