
La luz infrarroja cercana que se aplica directamente sobre el cráneo podría acelerar la recuperación en pacientes con conmoción cerebral grave, según revela un estudio reciente.
Los pacientes que utilizaron un casco emisor de luz infrarroja cercana mostraron una mejora significativa en la conectividad entre siete pares diferentes de regiones cerebrales, de acuerdo con los investigadores del estudio.
“El cráneo es bastante transparente a la luz infrarroja cercana,” explicó el Dr. Rajiv Gupta, radiólogo del Hospital General de Massachusetts en Boston. “Una vez que te pones el casco, todo tu cerebro se baña en esta luz.”
Resultados Prometedores en la Terapia de Luz
El estudio incluyó a 17 pacientes con lesiones en la cabeza lo suficientemente graves como para afectar su capacidad cognitiva o ser visibles en un escáner cerebral. “Observamos un aumento en la conectividad cerebral de aquellos que recibieron el tratamiento con luz, especialmente en las primeras dos semanas,” señaló Nathaniel Mercaldo, estadístico del Hospital General de Massachusetts.
Aunque se observaron beneficios iniciales, “no pudimos detectar diferencias en la conectividad entre los grupos de tratamiento a largo plazo,” agregó Mercaldo en un comunicado de prensa del hospital. Esto sugiere que los efectos duraderos del tratamiento con luz aún deben investigarse más a fondo.
El estudio fue publicado en la edición del 28 de mayo de la revista Radiology.
Potenciales Beneficios y Mecanismos de la Luz Infrarroja
La razón exacta por la cual la luz infrarroja cercana podría acelerar la curación del cerebro no está del todo clara. Los investigadores proponen varias teorías: la terapia de luz podría aumentar la producción de energía en las células cerebrales, mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro o reducir la inflamación causada por la lesión, según Gupta.
“Todavía queda mucho trabajo por hacer para comprender el mecanismo fisiológico exacto detrás de estos efectos,” dijo Suk-tak Chan, ingeniero biomédico del Hospital General de Massachusetts.
Los investigadores esperan realizar estudios adicionales con grupos más grandes de pacientes durante períodos de tiempo más largos. Si se validan estos resultados, Gupta sugiere que la terapia de luz podría aplicarse en el tratamiento de muchos otros trastornos neurológicos.
“Hay muchos trastornos de la conectividad, especialmente en psiquiatría, donde esta intervención podría tener un papel,” afirmó Gupta. “El trastorno de estrés postraumático, la depresión y el autismo son áreas prometedoras para la terapia de luz.”