La magistrada a cargo del caso del presunto mal manejo de documentos clasificados por parte del expresidente Donald Trump ha denegado el pedido de la Fiscalía de Estados Unidos de restringir sus declaraciones públicas que puedan poner en riesgo a los agentes del FBI involucrados en el caso.
La jueza Aileen Cannon declaró que la solicitud presentada por el fiscal especial Jack Smith «carece por completo de sustancia» y la rechazó «sin perjuicio«, dejando abierta la posibilidad de que sea presentada nuevamente en el futuro.
Cannon enfatizó que la petición no se presentó con el tiempo suficiente para una evaluación adecuada y la discusión necesaria con los abogados de Trump.
La disputa surge luego de que Trump afirmara que los agentes del FBI que llevaron a cabo la redada en su residencia de Mar-a-Lago tenían autorización para usar «fuerza letal«, lo que puso en peligro a su familia.
Estas declaraciones provocaron la reacción del fiscal general Merrick Garland, quien las calificó de «falsas» y «extremadamente peligrosas«, destacando que generaban una percepción engañosa sobre las intenciones y conducta de los agentes federales.
El equipo del fiscal Smith argumentó que las declaraciones de Trump exponían a los agentes federales a amenazas, violencia y acoso, poniendo en riesgo su seguridad y la integridad del proceso judicial.
La fecha del juicio ha sido pospuesta indefinidamente, lo que hace improbable que tenga lugar antes de las elecciones de noviembre, según la jueza Cannon.
Trump también se enfrenta a un proceso en Nueva York, donde se le acusa de falsificar documentos para silenciar a una actriz porno y proteger su carrera presidencial en 2016.
Durante este proceso, Trump ha sido sancionado con multas por no cumplir con órdenes judiciales que le prohibían hablar públicamente sobre el caso.
