Frank Ábrego, próximo titular de la cartera de Seguridad Pública bajo la administración de José Raúl Mulino, abordó el complejo tema migratorio y la posibilidad de cerrar la frontera en Darién, una medida que enfrenta grandes desafíos logísticos y operativos.
Uno de los retos más significativos que Ábrego enfrentará al frente de esta entidad será la crisis migratoria en Darién, donde miles de personas cruzan la selva desde Colombia hacia Panamá en su camino hacia Estados Unidos.
El cierre de la frontera, una promesa clave de Mulino durante la campaña electoral, plantea numerosos obstáculos logísticos y legales. Ábrego reconoce que «no es imposible» cerrar la frontera, pero destaca que ya existen caminos y senderos utilizados tanto por migrantes como por traficantes de drogas.
Si bien la construcción de un muro a lo largo de toda la frontera es una idea inviable, Ábrego sugiere la posibilidad de establecer puntos de control para detener a los migrantes y proceder con deportaciones y repatriaciones, como parte de un enfoque integral para reducir el flujo migratorio.
Según datos del Servicio Nacional de Migración, hasta el jueves 9 de mayo, cerca de 150 mil migrantes irregulares habían ingresado al país a través de esta ruta en el año en curso, evidenciando la magnitud del desafío que enfrenta la administración entrante.
Ábrego, quien anteriormente ocupó el cargo de director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), cuenta con una amplia experiencia en materia de seguridad y defensa. Su trayectoria incluye roles en la Policía Nacional y en las Fuerzas de Defensa, brindándole una perspectiva única para abordar los desafíos de seguridad en la frontera.
La promesa de Mulino de cerrar el Darién y repatriar a los migrantes de manera ordenada, respetando los derechos humanos, refleja el compromiso de la nueva administración de abordar este complejo problema con determinación y responsabilidad.
