La tensión persistente entre China y Taiwán ha generado preocupación internacional, especialmente debido al potencial impacto humano y económico que podría tener un conflicto armado entre ambas naciones. Taiwán es crucial en la industria global de semiconductores, una posición que amplifica las posibles consecuencias de cualquier enfrentamiento. En una entrevista en 2022 con la cadena estadounidense CNN, Mark Liu, director general de TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), abordó estos riesgos con una calma notable, evitando el alarmismo.
Intereses Políticos y Económicos en Juego
Es innegable que tanto Estados Unidos como TSMC tienen intereses políticos significativos en este escenario. En el contexto actual, EEUU podría estar avivando la amenaza de una invasión china para servir sus propios intereses estratégicos. Por su parte, TSMC parece utilizar esta advertencia para ejercer presión internacional, buscando activar mecanismos que prevengan esta hipotética invasión.
«Todos perderíamos. Nadie se alzaría con la victoria,» declaró Mark Liu, enfatizando que los taiwaneses han elegido un sistema democrático y desean mantener su forma de vida. Liu subrayó que aunque la fabricación de chips es vital para la economía de Taiwán, en caso de una invasión china, la prioridad no serían los semiconductores, sino la estabilidad del orden mundial. Estas declaraciones ilustran las graves consecuencias que, según Liu, tendría una invasión de Taiwán por parte de China.
Control de la Tecnología de Litografía UVE
En un esfuerzo por impedir que China acceda a tecnología avanzada de litografía, EEUU ha colaborado con Países Bajos para restringir la venta de las máquinas de ultravioleta extremo (UVE) de ASML a fabricantes chinos de circuitos integrados. Estas sofisticadas máquinas incluyen componentes estadounidenses, como la fuente de luz ultravioleta producida por Cymer, lo que otorga a EEUU la capacidad de controlar quién puede acceder a esta tecnología.
Mecanismo de Desactivación Remota
Una revelación sorprendente es que ASML y TSMC han implementado un mecanismo de desactivación remota en todas las máquinas de litografía UVE en las plantas de semiconductores de Taiwán. Aunque los detalles sobre el funcionamiento exacto de este mecanismo son desconocidos, se especula que podría incluir medidas de autodestrucción para evitar que los equipos sean reactivados y utilizados por ingenieros chinos.
En 2023, el congresista estadounidense Seth Moulton sugirió que EEUU podría bombardear las plantas de TSMC si China invadiera Taiwán. Esta propuesta fue rechazada por el Gobierno taiwanés, que aseguró que defendería sus instalaciones incluso contra Estados Unidos si fuera necesario. Aunque la propuesta de Moulton no prosperó, probablemente incentivó el desarrollo del mencionado mecanismo de desactivación remota, una opción que claramente es preferible a la destrucción total de las fábricas mediante bombardeos.
Implicaciones Globales
El conflicto potencial entre China y Taiwán tiene implicaciones que van más allá de la región. Taiwán es un pilar de la economía global debido a su dominio en la industria de semiconductores. Cualquier interrupción en esta área podría causar un efecto dominó en diversas industrias a nivel mundial, subrayando la importancia de mantener la estabilidad en esta región clave.