
Con un gol y una actuación imponente que ha sido exigida en repetidas ocasiones y mostrada con menor frecuencia, el talentoso Dusan Vlahovic llevó al Juventus a la victoria en la Copa Italia al derrotar al Atalanta (0-1) en una final épica. Este triunfo marca la corona número 15 en la larga lista de logros del club turinés en esta prestigiosa competencia, siendo su primer título en las últimas tres temporadas.
El encuentro definitivo se llevó a cabo en el Estadio Olímpico de Roma, donde se enfrentaron el Atalanta y Juventus, dos equipos que han experimentado caminos divergentes en los últimos meses. Mientras el Atalanta se encontraba disputando su primera final del año, con la Liga Europa en el horizonte ante el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, y su tercera final copera en los últimos cinco años; el Juventus, por otro lado, acumulaba una racha de seis partidos consecutivos sin victoria, con rumores de cambios en el banquillo que resonaban con más fuerza que nunca.
Sin embargo, en una final, cualquier cosa puede suceder. La determinación del Juventus contrastó con la incertidumbre del Atalanta, que luchaba por salvar una temporada decepcionante. Desde el silbatazo inicial, los juventinos demostraron confianza en su capacidad para ganar, mientras que el Atalanta parecía abrumado por la magnitud del encuentro y la oportunidad de oro que tenían ante sí, recordando la última vez que levantaron un título, hace 61 años.
La sequía de títulos del Atalanta pesó en los primeros compases del encuentro, evidenciada por una desorganización defensiva que permitió a Vlahovic encontrar el espacio y anotar el primer gol en el minuto 4. A pesar de los intentos del Atalanta por reaccionar, el Juventus se mostró como un equipo sólido, anulando a sus rivales y controlando el ritmo del juego.
La segunda mitad vio un cambio de dinámica, con el Atalanta buscando desesperadamente el empate y el Juventus defendiendo con solidez. A pesar de las oportunidades creadas por ambos equipos, el marcador permaneció inmutable. La tensión llegó a su punto álgido con la expulsión del técnico del Juventus, Allegri, quien protagonizó un momento de drama al ser expulsado mientras protestaba ante el árbitro.
Al final, el Juventus logró romper su sequía de títulos de dos temporadas, gracias a la brillante actuación de Vlahovic, quien se convirtió en el héroe indiscutible del partido. Mientras tanto, el Atalanta quedó devastado, aunque aún le queda la esperanza de la Liga Europa para redimir su temporada.