El balance del ataque perpetrado por Rusia el pasado sábado contra un hipermercado de la cadena Epicenter en Járkov, Ucrania, ha seguido aumentando. Según las autoridades ucranianas, el número de muertos ha ascendido a 16, mientras que los heridos ya suman 43. Además, aún se desconoce el paradero de ocho personas, que se mantienen como desaparecidas.
El jefe de la Administración Militar Regional, Oleg Siniegúbov, informó a través de su canal de Telegram que se ha logrado la identificación de diez personas, ocho de ellas mediante pruebas de ADN. Entre las víctimas se encuentran una niña de 12 años y su madre. Sin embargo, la incertidumbre persiste con respecto a las ocho personas aún no localizadas.
Los equipos de rescate han realizado un arduo trabajo, logrando retirar aproximadamente el 30% de los escombros hasta el momento. Su labor se mantiene continua, con el objetivo de encontrar más sobrevivientes y recuperar a todas las víctimas posibles.
Las labores de rescate se vieron interrumpidas temporalmente debido a una alerta aérea, lo que obligó a suspender temporalmente la limpieza de escombros. Este contratiempo resalta la complejidad de las operaciones de rescate en medio del conflicto.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, había compartido en redes sociales que más de 200 personas podrían haber estado presentes en el hipermercado en el momento del ataque. El establecimiento fue alcanzado por dos bombas guiadas, desencadenando una tragedia de proporciones devastadoras.
El incendio resultante del ataque representó un desafío significativo para los bomberos, quienes necesitaron más de 16 horas para extinguir las llamas. El fuego se propagó rápidamente, abarcando una superficie de más de 13,000 metros cuadrados, lo que muestra la magnitud de la emergencia y la dificultad de contenerla en medio de la situación de conflicto.