
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un informe a principios de este año alertando sobre el creciente número de pacientes con cáncer. Según el informe, en 2022 se identificaron 20 millones de nuevos casos de cáncer y se registraron 9,7 millones de muertes a causa de esta enfermedad. El CIIC destacó que una de cada cinco personas desarrollará cáncer en algún momento de su vida, y uno de cada nueve hombres y una de cada doce mujeres morirán debido a esta patología.
Estos datos reflejan una creciente carga global de cáncer, afectando desproporcionadamente a las poblaciones desatendidas. El informe subraya la urgente necesidad de abordar las desigualdades en la atención del cáncer a nivel mundial. Entre los tipos de cáncer más comunes, el cáncer de pulmón encabeza la lista con 2,5 millones de nuevos casos, representando el 12,4% del total de diagnósticos y 1,8 millones de muertes, lo que equivale al 18,7% del total de fallecimientos por cáncer. Le sigue el cáncer de mama en mujeres, con 2,3 millones de casos y 670,000 muertes, y el cáncer colorrectal, con 1,9 millones de casos y 900,000 muertes.
Después de que el COVID-19 dejara de ser una emergencia internacional, oncólogos en Estados Unidos observaron un aumento inesperado de cánceres inusuales y de tumores en estadios avanzados. Este fenómeno ha llevado a los expertos a investigar posibles vínculos entre el coronavirus y el cáncer. Mientras algunos sugieren que las interrupciones en la atención médica durante la pandemia podrían haber contribuido a este incremento, otros consideran, aunque sin pruebas concluyentes, una posible relación directa entre el SARS-CoV-2 y el desarrollo de tumores.
Kashyap Patel, director ejecutivo de Carolina Blood and Cancer Care Associates, comentó sobre esta situación inédita en sus 23 años de carrera. Asutosh Gor, oncólogo de la misma institución, expresó su sorpresa ante estos casos inusuales. Douglas C. Wallace, genetista y biólogo evolutivo de la Universidad de Pensilvania, declaró a The Washington Post que se está investigando intensamente este virus debido a sus posibles efectos a largo plazo en la salud humana. Patel señaló casos de colangiocarcinoma, un cáncer raro y letal de los conductos biliares, en pacientes mucho más jóvenes de lo habitual, con varios casos adicionales similares reportados.
Además del colangiocarcinoma, los especialistas han identificado otros tipos de cánceres raros y múltiples, como la leucemia linfocítica crónica (CLL), un cáncer de sangre y médula ósea de progresión lenta. Desde el inicio de la pandemia, se han reportado más de 15 pacientes con múltiples tipos de cáncer y más de 35 con cánceres raros, incluyendo combinaciones de cáncer de garganta, hígado y pulmón en un mismo paciente. Estos cánceres han mostrado un comportamiento agresivo y de rápido avance, complicando su tratamiento y manejo.
Aunque los vínculos entre ciertos virus y el cáncer se conocen desde la década de 1960, con estimaciones de que entre el 15% y el 20% de todos los cánceres son causados por agentes infecciosos como el VPH, el virus de Epstein-Barr y la hepatitis B, la conexión directa entre el SARS-CoV-2 y el cáncer aún no está confirmada. Investigadores advierten que se necesitarán años para obtener resultados concluyentes, aunque consideran que es crucial priorizar esta investigación debido a su potencial impacto en el tratamiento del cáncer.
Xuesong Han, director científico de investigación de servicios de salud de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, enfatizó la necesidad de investigar los posibles vínculos biológicos entre el SARS-CoV-2 y el cáncer. Sin embargo, expertos como John T. Schiller son escépticos respecto a una conexión directa, sugiriendo que el virus probablemente no transforme las células para volverlas cancerosas. David Tuveson, director del Centro Oncológico del Laboratorio Cold Spring Harbor, mencionó que no hay evidencia de que el COVID-19 altere las células de esta manera, aunque podría haber otros efectos secundarios que contribuyan al desarrollo del cáncer.
Estudios recientes han analizado los efectos del SARS-CoV-2 en el desarrollo del cáncer. Un artículo en The Lancet Oncology reveló un aumento significativo en los diagnósticos de cáncer en etapa 4 desde finales de 2020, atribuyendo esto a las interrupciones en la atención médica durante la pandemia. Otro estudio en el American Journal of Surgery evaluó el impacto de la pandemia en los procedimientos quirúrgicos oncológicos, destacando retrasos significativos en diagnósticos y tratamientos.
La investigación publicada en JAMA Network Open concluyó que no hay evidencia directa de que el SARS-CoV-2 cause cáncer, aunque subrayó la importancia de seguir investigando. Un estudio en Research Square encontró que las infecciones virales respiratorias pueden activar células cancerosas latentes en ratones, sugiriendo un posible mecanismo indirecto por el cual el COVID-19 podría influir en la progresión del cáncer. Otra investigación en PubMed examinó cómo las proteínas del SARS-CoV-2 interactúan con herpesvirus oncogénicos, sugiriendo que el virus podría aumentar la incidencia de ciertos tipos de cáncer.
En Breast Cancer Research, se investigó la posibilidad de que el SARS-CoV-2 active células inactivas de cáncer de mama, contribuyendo a su reactivación y progresión. Un artículo en NCBI examinó los mecanismos potenciales a través de los cuales el SARS-CoV-2 podría agravar diversos tipos de cáncer, destacando la necesidad de más estudios sobre cómo el virus interactúa con otros patógenos oncogénicos.
Afshin Beheshti, presidente del Equipo de Investigación Internacional COVID-19, y otros investigadores enfatizan la importancia de seguir explorando estas conexiones. Ashani Weeraratna, de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, subrayó la necesidad de mitigar el riesgo de infección para los pacientes con cáncer. La comunidad científica continúa investigando los efectos a largo plazo del SARS-CoV-2, con el objetivo de entender mejor su impacto en la salud y el desarrollo del cáncer.