En un ejercicio de rutina, las Fuerzas Armadas llevaron a cabo este martes un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental Minuteman III, como parte de las actividades programadas destinadas a demostrar la efectividad y seguridad de la disuasión nuclear en medio de los desafíos actuales.
El lanzamiento tuvo lugar desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea, ubicada en Nebraska, marcando el primero de los dos programados para esta semana. Las autoridades estadounidenses han enfatizado que esta prueba es parte de una serie recurrente, habiéndose llevado a cabo más de 300 veces anteriormente, y han hecho hincapié en su separación de los eventos mundiales actuales.
El comandante del Mando de Ataque Global de la Fuerza Aérea, Thomas A. Bussiere, destacó en un comunicado la importancia de estos sistemas como elementos fundamentales para la defensa nacional y la seguridad internacional. Bussiere subrayó que los misiles como el Minuteman III están preparados para responder ante cualquier amenaza que pueda surgir.
Es importante mencionar que en esta prueba en particular, el misil no transportaba ninguna carga, pero sí incluía un vehículo de reentrada que viajó más de 6,700 kilómetros hasta alcanzar una base en las Islas Marshall. Este tipo de pruebas sirven como demostración de la capacidad y alcance de los sistemas de disuasión nuclear, resaltando la preparación de Estados Unidos para defender sus intereses y proteger la seguridad internacional.