Declaraciones del Viceministro del MEF
El viceministro de Economía y Finanzas, Carlos González, ha expuesto recientemente la necesidad de reformar la Ley del Fondo de Ahorro Panamá (FAP), enfatizando que esta medida es crucial para corregir errores estructurales y garantizar la solidez del fondo frente a emergencias como la pandemia de COVID-19.
Desde su creación en 2012 con un capital inicial de más de 1,200 millones de dólares, derivados de privatizaciones realizadas en ese periodo, el FAP ha sido un pilar fundamental en la estrategia financiera del país. Sin embargo, según González, una reforma introducida en 2018, ligada a los aportes del Canal, presentaba un error de fórmula significativo. Esta falla no consideraba las caídas del Producto Interno Bruto (PIB), lo que generaba un impacto negativo en momentos de crisis económica, como los ocurridos durante los años 2020, 2021 y 2022 debido a la pandemia y otros factores externos.
La importancia del FAP radica en su función similar a la de los Fondos Soberanos de otros países, sirviendo como una salvaguarda crucial para hacer frente a situaciones imprevistas, como desastres naturales, pandemias y otros shocks económicos. Durante los años más difíciles, el gobierno priorizó la asignación de recursos para enfrentar emergencias y sostener la economía. Sin embargo, el error de fórmula habría exigido más de mil millones de dólares adicionales al FAP, lo cual habría comprometido la estabilidad financiera del país y requerido recurrir a préstamos externos adicionales, una medida que no era viable ni lógica en ese contexto.
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Ante esta situación, se ha estructurado una reforma destinada a fortalecer el FAP hacia el futuro, independientemente de los ingresos del Canal. La elección del año 2025 como punto de referencia para esta reforma se basa en la estimación de que para entonces la economía habrá recuperado un crecimiento estable, superior al 5%.
Es importante destacar que la decisión de reformar el FAP se tomó en un momento estratégico, considerando la necesidad de corregir un error matemático y diseñar una estrategia viable. La propuesta de reforma ha sido objeto de discusiones con diversos sectores de la economía y se espera que sea adoptada como ley sin contratiempos.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha aclarado que el FAP no se vio afectado durante la pandemia y, aunque experimentó un rendimiento bajo debido a la crisis mundial, se proyecta que se fortalezca en el futuro. Además, esta reforma busca aliviar a las futuras administraciones de gobierno del peso de cumplir con obligaciones financieras en momentos de inestabilidad económica.
El viceministro González enfatiza que el FAP es un fondo del país y no de un gobierno en particular. Funciona como una garantía y respaldo fiscal frente a los inversionistas y tenedores de valores del Estado en los mercados internacionales, demostrando su importancia como instrumento de estabilidad y seguridad financiera para Panamá. La reforma propuesta no solo busca corregir un error del pasado, sino también sentar las bases para un futuro económico más sólido y resiliente, en el que el FAP juega un papel fundamental como salvaguarda de la estabilidad financiera del país.
