En las regiones de Lugansk y Jersón, situadas en el este y sur de Ucrania respectivamente, se han registrado recientes ataques que han exacerbado las tensiones en la región, marcada por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Estas áreas son particularmente sensibles, ya que Rusia las reivindicó como anexionadas en septiembre de 2022, aunque su control sobre ellas sigue siendo incompleto.
En Jersón, al sur de Ucrania, se ha producido un ataque devastador en el pueblo de Sadove. Según Vladimir Saldo, quien lidera las autoridades de ocupación rusas en la región, un doble bombardeo ha dejado un saldo de 22 muertos y 15 heridos. La primera explosión, proveniente de una bomba aérea, arrasó una tienda con numerosos clientes y empleados, mientras que el segundo impacto fue ocasionado por un misil HIMARS. Saldo describió el ataque como un «despreciable asesinato de civiles«, criticando el suministro de armas occidentales a Kiev y denunciando el diseño deliberado del ataque para maximizar las víctimas.
Por otro lado, en la ciudad de Lugansk, en el este de Ucrania y también bajo control ruso, cuatro personas perdieron la vida debido a un ataque con misiles que provocó el derrumbe de un edificio residencial, según informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso. La ministra local de Salud, Natalia Pashchenko, reportó que el número total de heridos ascendió a 57 personas. Además, el líder prorruso de la región de Lugansk, Leonid Pasechnik, señaló que dos escuelas secundarias, tres guarderías y un colegio resultaron dañados en el ataque.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que los ataques en Lugansk fueron perpetrados con misiles ATACMS de fabricación estadounidense, apuntando deliberadamente a zonas residenciales. Aunque cuatro de los misiles fueron interceptados por los sistemas de defensa antiaérea rusos, uno logró impactar dos edificios residenciales, causando víctimas civiles.
En la región de Donetsk, también en el este de Ucrania y bajo control ruso, se informó que las fuerzas rusas tomaron una localidad llamada Paraskoviivka. El Ministerio de Defensa ruso destacó este avance en un comunicado, señalando que las unidades del grupo de tropas Sur lograron mejorar su posición a lo largo de la línea del frente y aseguraron el control de Paraskoviivka, ubicada a unos 30 km al suroeste de la ciudad de Donetsk.
Estos acontecimientos reflejan una escalada en el conflicto entre Rusia y Ucrania, con Moscú ganando terreno en el este del país. Desde principios de 2024, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado que su ejército ha «liberado» 47 ciudades y pueblos ucranianos. Mientras tanto, las tropas ucranianas enfrentan desafíos significativos, incluyendo el desgaste tras más de dos años de conflicto, la demora en la entrega de armas prometidas por las potencias occidentales y la escasez de efectivos.
En otras áreas de Ucrania, como la ciudad de Nikopol en la región de Dnipropetrovsk, los bombardeos rusos han cobrado víctimas. Una mujer de 71 años perdió la vida debido a estos ataques, según informaron las autoridades regionales. Nikopol, ubicada en la orilla del río Dnipro, enfrenta la presencia de fuerzas rusas en la orilla opuesta, lo que aumenta la vulnerabilidad de sus habitantes ante la violencia del conflicto en curso.