Scarlett Johansson reclama a OpenAI por usar una voz ‘idéntica’ a la suya en ChatGPT

La reconocida actriz Scarlett Johansson ha tomado una firme posición contra OpenIA, expresando su indignación por el uso de una voz en la nueva versión de ChatGPT que, según afirma, es «idéntica» a la suya. Esta controversia surge después de que Johansson rechazara la propuesta de los creadores de la tecnología para prestar su voz al sistema.
Johansson, disgustada e impactada por el uso no autorizado de su voz, anunció su intención de demandar a OpenIA. Esta decisión se fundamenta en el hecho de que, en el año 2023, la actriz había dejado claro que no deseaba participar en este tipo de proyectos por razones personales.
La voz en cuestión, conocida como «Sky«, fue presentada en una demostración del chatbot GPT-4. Esta voz guarda un sorprendente parecido con el personaje de inteligencia artificial interpretado por Johansson en la película «Her» del 2013, dirigida por la propia actriz.
La actriz expresó su decepción por la falta de comunicación por parte de OpenIA, revelando que la empresa intentó contactarla solo dos días antes del lanzamiento de la demo, momento en el que el sistema ya estaba en el mercado. Johansson manifestó su sorpresa al descubrir que la voz de «Sky» era tan similar a la suya que ni sus amigos cercanos ni los medios de comunicación pudieron distinguir la diferencia.
En respuesta a las acusaciones de Johansson, OpenIA declaró que suspenderían temporalmente el uso de la voz de «Sky» en la aplicación. Argumentaron que no tenían la intención de imitar deliberadamente la voz de la actriz, sino que se trataba de otra actriz profesional utilizando su tono natural. Sin embargo, prometieron resolver el conflicto con Johansson de manera adecuada.
La actriz no ha vacilado en sus intenciones de buscar reparación legal por el uso no autorizado de su voz. Enfocándose en la legislación que protege los derechos de imagen, Johansson afirmó la necesidad de una «claridad absoluta» en un momento en el que la tecnología como los deepfakes plantean desafíos para la protección de la identidad y la imagen personal.
La controversia entre Scarlett Johansson y OpenIA destaca las complejidades éticas y legales en torno al uso de la voz y la imagen en la inteligencia artificial. Este caso podría sentar un precedente importante en la industria tecnológica y legal en términos de protección de la identidad y los derechos de los individuos frente al avance de la IA.