Cómo el líder de Los Monos urdió ataques desde la cárcel
En una narrativa que parece extraída de una trama de intriga, el líder de una de las bandas narcos más temidas de Argentina, Los Monos, desplegó una serie de estrategias inusuales para mantener comunicación con sus socios desde el interior del penal de Marcos Paz. Ariel Máximo «Guille» Cantero, enfrentando restricciones en sus comunicaciones, demostró una creatividad sin límites al emplear tácticas como fingir un cambio en su orientación sexual y organizar complicadas triangulaciones telefónicas. Estas artimañas, descubiertas por las autoridades judiciales, llevaron a una medida sin precedentes: la prohibición total de comunicarse mediante teléfono público, dejando al capo narco completamente incomunicado, salvo por sus conversaciones con su abogado.
La Fiscalía Federal de Primera Instancia N°1 de Morón y la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), lideradas por los fiscales Sebastián Basso y Diego Iglesias, fueron los impulsores de esta decisión ante las maniobras detectadas dentro del pabellón donde se encuentra detenido «Guille». El respaldo del juez federal en lo Criminal Correccional de Morón N°2, Jorge Rodríguez, marcó un hito al limitar severamente las interacciones de Cantero, incluso restringiendo sus visitas higiénicas.
El relato de las artimañas de Cantero revela un ingenio desesperado por mantener su influencia y control, incluso tras las rejas. Una de las estrategias más llamativas fue su supuesto cambio de orientación sexual. Fingiendo ser bisexual, «Guille» buscaba sortear las restricciones de visitas, alterando su lista de contactos y presentando una nueva configuración de relaciones afectivas. Este giro sorprendente fue corroborado cuando, apenas días después, Cantero formalizó esta declaración ante las autoridades, dejando atónitos a sus colaboradores y a la opinión pública por igual.
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Otro recurso utilizado por Cantero fue lo que se ha denominado como «triangulación de llamadas». Esta técnica permitía que terceras personas, inicialmente excluidas del listado en el Servicio Penitenciario, participaran de las conversaciones telefónicas. Utilizando a su hija, Triana Cantero, como intermediaria, el líder narcotraficante lograba mantener una red de comunicación clandestina con sus asociados, coordinando acciones y dando órdenes desde su celda. Sin embargo, esta estratagema también fue descubierta por las autoridades, evidenciando la sofisticación de los métodos empleados por Cantero.
La detención de Triana Cantero, involucrada en una causa de drogas, arrojó luz sobre la influencia y el alcance de la red delictiva liderada por su padre. Los elementos incautados durante el operativo, incluyendo drogas, celulares y materiales de embalaje, subrayaron la gravedad de la situación y la complejidad de las operaciones llevadas a cabo desde el penal.
Otra modalidad empleada por Cantero y su red criminal fue el contrabando de dispositivos electrónicos mediante encomiendas. Desde relojes inteligentes hasta pendrives, estos objetos permitían mantener una conexión con el exterior y dirigir las actividades delictivas. La colaboración de personas externas, conocidas como «ranas», y el aprovechamiento de mujeres embarazadas para eludir los controles de seguridad, revelan un nivel de organización y coordinación sorprendente, incluso en medio de las restricciones impuestas por el sistema penitenciario.
El despliegue de estas maniobras insólitas llevó a la Justicia a tomar medidas drásticas, prohibiendo toda comunicación telefónica desde el pabellón donde se encuentra detenido «Guille» Cantero. Esta decisión, aunque necesaria para garantizar la seguridad pública, plantea nuevos desafíos para las autoridades y subraya la persistente amenaza que representan las organizaciones criminales dentro y fuera de las cárceles.
El crimen organizado desafía constantemente los límites impuestos por la ley, la historia de Ariel Máximo «Guille» Cantero y Los Monos es un recordatorio de la complejidad de la lucha contra el narcotráfico y la necesidad de una respuesta integral y coordinada por parte de las autoridades.
