Lucha contra la Obesidad
La lucha contra la perdida de peso resulta siendo algo dificil, desalentador y desafiantes para algunas personas que han intentado con variedad de metodos sin obtener los resultados esperados. En esta gran búsqueda, algunos investigadores de CIBERDEM ubicados en el Hospital de la Sanra Creu (IIB Sant Pau) han realizado variedad de estudios logrando destacar el beneficioso poder de la niacina más conocida como vitamina B3, siendo un gran potencial de quemador de grasa y protección para la obesidad.
Mayo Clinic informo que la Niacina despliega múltiples beneficios, como hacer que los alimentos generen la energía suficiente para el cuerpo y repaldando el sistema nervioso, el sistema digestivo junto la piel. Aunque suele estar presente en los multivitamínicos diarios, la mayoría de las personas puede satisfacer sus necesidades de niacina a través de una dieta equilibrada.
Conoceras una pequeña lista de alimentos ricos en Niacina, según la Clinicia Universidad de Navarra:
- Cacahuetes
- Atún y bonito
- Pollo
- Jamón serrano
- Bacalao
- Salmón
- Cordero
- Maníes
- Salchichón
- Jamón cocido
- Carne magra de cerdo
- Puré de patata
- Chuletas de cerdo
- Cigalas, langostinos, gambas
- Chuletas de vacuno
- Foie-gras y patés
- Rape, pescadilla y merluza
- Mollejas
- Perdiz
- Queso manchego semicurado
- Lubina
- Hamburguesas
- Sardinas
- Queso Cabrales
- Queso Roquefort
- Centollo
- Queso Gruyere
- Queso Emmental
- Cabrito
- Merluza
Mayo Clinic indica que los médicos pueden recetar pastillas de niacina para controlar el colesterol, con recomendaciones diarias de 16 mg para hombres y 14 mg para mujeres no embarazadas. La niacina oral también ha mostrado eficacia en el tratamiento de condiciones específicas, como:
- Colesterol alto: La niacina recetada aumenta el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), conocido como colesterol «bueno», que ayuda a eliminar el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), el «malo», del torrente sanguíneo.
- Deficiencia de niacina (pelagra): La niacina y su derivado, la niacinamida, se utilizan para tratar o prevenir la deficiencia de niacina.
Este descubrimiento prometedor sugiere que la niacina no solo desempeña un papel crucial en la salud general, sino que también puede ser una aliada valiosa en la lucha contra la obesidad.
