NOTICIAS

Altercado en Guna Yala tras el desmantelamiento de campamentos ilegales

Altercado en Guna Yala tras el desmantelamiento de campamentos ilegales

En un incidente tenso en el área de La Bonga, Puerto de Obaldía, en la comarca Guna Yala, se produjeron enfrentamientos verbales y amenazas de disparos entre los residentes locales afectados y unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) durante una operación denominada «Choco».

Los residentes de la comunidad denuncian que agentes fronterizos presuntamente incendiaron sus viviendas sin una causa justificada. En medio de la confrontación, uno de los agentes del Senafront sacó su arma y amenazó con disparar a los manifestantes. Los afectados alegan que las autoridades no están persiguiendo a los verdaderos delincuentes y solo están exigiendo que los responsables de los daños causados se hagan cargo.

Por su parte, el Senafront ha confirmado el desmantelamiento de los campamentos, argumentando que las personas identificadas estaban lucrando con actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de migrantes, con el apoyo del crimen organizado, a través de pasos irregulares.

Se informó que se encontraron artefactos de refrigeración, equipos para señales de Wi-Fi y, en una de las tiendas de campaña, tres armas de fabricación casera. El Senafront, como estamento de seguridad, ha asegurado que están combatiendo el tráfico ilegal de migrantes y otros delitos en las zonas fronterizas del país.

(Lee Ultimas: Nueve Detenidos por Presuntos Vínculos con Homicidios y Microtráfico).

Este incidente ha desencadenado una serie de tensiones en la comunidad local, así como críticas hacia las autoridades por su presunta negligencia en la protección de los derechos y propiedades de los residentes.

Los habitantes de La Bonga y sus alrededores han expresado su indignación y temor tras el desmantelamiento de los campamentos y la destrucción de sus viviendas. Muchos de ellos afirman que estas acciones son desproporcionadas y que no se les brindó ninguna advertencia o explicación adecuada antes de que sus hogares fueran incendiados.

«Estamos siendo tratados como criminales sin haber hecho nada malo. ¿Dónde están nuestros derechos? ¿Por qué no nos dieron la oportunidad de defendernos antes de destruir todo lo que teníamos?», lamentó uno de los afectados, quien prefirió mantener su anonimato por temor a represalias.

Las denuncias de abuso de poder y violación de derechos humanos han resonado no solo en la comunidad local, sino también a nivel nacional e internacional. Organizaciones de derechos humanos y grupos defensores de los pueblos indígenas han condenado enérgicamente las acciones del Senafront y han exigido una investigación transparente y justa sobre el incidente.

Ante las crecientes críticas y denuncias, las autoridades han respondido defendiendo su actuación durante la operación «Choco». El Senafront ha reiterado que su objetivo principal es combatir el tráfico ilegal de migrantes y otras actividades delictivas en las zonas fronterizas, y que están comprometidos a hacer cumplir la ley y garantizar la seguridad de la población.

El director del Senafront, en una declaración pública, aseguró que todas las acciones llevadas a cabo durante la operación se realizaron conforme a la ley y con base en información de inteligencia que señalaba la presencia de actividades ilegales en los campamentos desmantelados.

«Entendemos la preocupación de los residentes afectados, pero es importante destacar que nuestra prioridad es mantener la seguridad y el orden en la región fronteriza. No toleraremos actividades criminales que pongan en riesgo la vida de las personas y socaven la estabilidad de nuestras comunidades», declaró el director del Senafront.

A pesar de las afirmaciones de las autoridades, los afectados y sus defensores continúan exigiendo una investigación imparcial sobre el incidente y la rendición de cuentas por parte de aquellos responsables de los presuntos abusos.

Organizaciones de derechos humanos han instado al gobierno a tomar medidas urgentes para garantizar la protección de los derechos de los residentes de La Bonga y otras comunidades afectadas, así como a investigar de manera exhaustiva todas las denuncias de violaciones de derechos humanos relacionadas con el desmantelamiento de los campamentos.

El Defensor del Pueblo ha anunciado que abrirá una investigación independiente sobre el incidente para esclarecer los hechos y determinar si se cometieron irregularidades durante la operación del Senafront en La Bonga.

«Es fundamental que se garantice el acceso a la justicia y se respeten los derechos fundamentales de todas las personas involucradas en este incidente. No podemos permitir que se vulneren los derechos de los ciudadanos en nombre de la seguridad nacional», declaró el Defensor del Pueblo.

En medio de la tensión y la controversia, algunos líderes comunitarios y representantes del gobierno han llamado al diálogo y la reconciliación como vías para resolver las diferencias y reconstruir la confianza entre los residentes de La Bonga y las autoridades.

Se han propuesto mesas de diálogo y mediación, en las cuales participarán representantes de la comunidad, el gobierno local, el Senafront y otras instituciones pertinentes, con el objetivo de buscar soluciones pacíficas y duraderas a las preocupaciones y demandas de los afectados.

«La violencia y la confrontación no nos llevarán a ninguna parte. Es hora de sentarnos juntos, escucharnos mutuamente y encontrar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas. La reconciliación es el primer paso hacia la construcción de un futuro mejor para nuestra comunidad», afirmó un líder comunitario durante una reunión de mediación.

El altercado en La Bonga, Puerto de Obaldía, ha puesto de manifiesto las tensiones y desafíos inherentes a la gestión de la seguridad en las zonas fronterizas, así como la importancia de proteger los derechos y la dignidad de las comunidades locales.

Si bien es necesario combatir el tráfico ilegal de migrantes y otras actividades delictivas, es fundamental que las autoridades actúen con responsabilidad, respetando los principios del Estado de derecho y garantizando la participación y el respeto de los derechos humanos de todas las personas afectadas.

El incidente también destaca la necesidad de fortalecer los mecanismos de diálogo, mediación y reconciliación para abordar las diferencias y resolver los conflictos de manera pacífica y constructiva.

La búsqueda de la justicia, la verdad y la reconciliación son elementos fundamentales para la construcción de sociedades más justas, seguras y democráticas, en las cuales se respeten y protejan los derechos y la dignidad de todas las personas, independientemente de su origen étnico, género, religión u orientación política.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba