Origen y Transformación de la Relación entre Colombia e Israel bajo el Mandato de Gustavo Petro
Origen y Transformación de la Relación entre Colombia e Israel bajo el Mandato de Gustavo Petro
El 1 de mayo del presente año marca un hito en la historia diplomática entre Colombia e Israel. El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció una ruptura de relaciones diplomáticas con Israel, generando un quiebre en una relación que había sido estratégica y estrecha durante décadas. Este cambio radical ha suscitado diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional, suscitando preguntas sobre el origen de esta «relación especial» entre ambos países y cómo la llegada de Petro al poder ha transformado el panorama diplomático.
La historia de las relaciones entre Colombia e Israel tiene sus raíces en la segunda mitad del siglo XX. En 1947, Colombia fue uno de los países que se abstuvo en la votación de la ONU que dio lugar a la creación del Estado de Israel. A pesar de esta postura inicial, en 1960 ambos países establecieron embajadas y comenzaron a desarrollar relaciones comerciales. Sin embargo, Colombia mantuvo una postura crítica frente a las acciones militares israelíes en los territorios palestinos, abogando por la neutralidad latinoamericana en el conflicto.
Durante la Guerra Fría, Colombia se convirtió en un aliado crucial para Estados Unidos en América Latina, lo que contribuyó a fortalecer los lazos con Israel. Esta conjunción de intereses geopolíticos llevó a la creación de un triángulo estratégico entre Colombia, Israel y Estados Unidos, especialmente después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
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La llegada al poder de Álvaro Uribe en 2002 marcó un punto de inflexión en las relaciones entre Colombia e Israel. Colombia se unió a la «guerra global contra el terrorismo» liderada por Estados Unidos, lo que condujo a una mayor cooperación militar entre Colombia e Israel. Durante el mandato de Uribe, las importaciones de material militar de Israel a Colombia se duplicaron, consolidando a Israel como uno de los principales proveedores de armas del país sudamericano.
A pesar de esta estrecha cooperación en el ámbito militar, Colombia mantuvo un equilibrio delicado entre sus relaciones con Israel y los países árabes. En 2018, el gobierno de Juan Manuel Santos reconoció oficialmente a Palestina como Estado, lo que marcó un cambio en la política exterior colombiana. Dos años después, en 2020, se firmó un Tratado de Libre Comercio entre Colombia e Israel, que si bien fue presentado como un acuerdo de «última generación», se centró principalmente en aspectos simbólicos y no logró impulsar significativamente el intercambio comercial entre ambos países.
La llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia representó un cambio significativo en la política exterior del país. Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, adoptó una postura más crítica hacia las acciones de Israel en los territorios palestinos, denunciando lo que él describió como un «genocidio» israelí contra los palestinos en la Franja de Gaza.
Desde que Israel respondió militarmente a la incursión del grupo militante Hamás en su territorio en octubre del año anterior, Petro ha intensificado sus críticas contra Israel, lo que ha generado tensiones en las relaciones bilaterales. Sus declaraciones fueron percibidas como hostiles y antisemitas por parte de Israel, lo que exacerbó aún más la situación.
El anuncio de Petro el 1 de mayo de romper relaciones diplomáticas con Israel marca un punto de inflexión en la relación entre ambos países. Esta decisión, aunque no dirigida contra el pueblo israelí, representa un quiebre en décadas de estrecha colaboración en diversos ámbitos, especialmente en el militar. La suspensión de la compra de armas a Israel y las duras críticas de Petro hacia el gobierno israelí han contribuido a esta decisión radical, que ha generado repercusiones tanto a nivel nacional como internacional.
La decisión de Petro de romper relaciones diplomáticas con Israel ha generado diversas reacciones tanto en Colombia como en Israel y la comunidad internacional. Mientras que algunos sectores han respaldado esta decisión como un acto de solidaridad con el pueblo palestino, otros la han criticado como una medida precipitada que podría tener consecuencias negativas para Colombia.
En cuanto a las repercusiones económicas y militares, aún está por verse cómo afectará esta ruptura las relaciones comerciales y la cooperación en materia de seguridad entre ambos países. La cancelación de acuerdos y la suspensión de la cooperación militar podrían tener un impacto significativo en la capacidad de defensa de Colombia y en su posición en el ámbito geopolítico regional.
La decisión de Gustavo Petro de romper relaciones diplomáticas con Israel marca un cambio radical en la política exterior de Colombia y en la relación entre ambos países. Aunque el futuro de esta relación sigue siendo incierto, lo que es seguro es que esta decisión tendrá importantes repercusiones en el panorama geopolítico de América Latina y el Medio Oriente.
