MultimediaTECNOLOGÍA

De Berlín a Madrid

Esta ha sido nuestra experiencia recorriendo 2.500 kilómetros en coche eléctrico

Viajar con un coche eléctrico por Europa ya es una experiencia de lo más natural pero se complica en España

Cuando se nos presentó la oportunidad de visitar la Gigafactoría de Tesla en Berlín y probar la última versión del Tesla Model Y, el Long Range RWD, no imaginábamos que seríamos desafiados a llevar la experiencia un paso más allá: volver a Madrid en coche eléctrico. ¿Desde Berlín? Sí, desde Berlín.

Todo comenzó con una llamada y una propuesta que capturó nuestra atención de inmediato. Queríamos experimentar de primera mano cómo era recorrer media Europa a bordo de un coche eléctrico, enfrentando los retos y aprendizajes que surgieran en el camino.

El plan de viaje fue meticulosamente elaborado para garantizar una travesía sin contratiempos. Conduciríamos muchas horas, sí, pero con una ruta racional y dos personas alternando la conducción, siguiendo un itinerario que cualquiera que valore el descanso podría seguir. Nuestra meta era llegar a Madrid en las mejores condiciones posibles, evitando el estrés de una carrera contra el tiempo.

(Lee Ultimas: Australia Revoluciona el Mercado del Hidrógeno).

Partimos el martes desde Madrid, con destino a la Gigafactoría de Tesla en Berlín. Nuestro plan era visitar la fábrica, recoger el Tesla Model Y y emprender el viaje de regreso. Establecimos paradas estratégicas en Dortmund, París y Bayona para pernoctar, con el objetivo de regresar a Madrid el viernes. Calculamos que recorreríamos entre 500 y 700 kilómetros diarios, una distancia manejable para dos conductores con paradas intermedias de recarga y descanso.

Sin embargo, surgieron contratiempos inesperados desde el principio. Las matrículas de los nuevos Tesla Model Y no llegaron a tiempo, lo que nos obligó a cambiar a un Tesla Model 3 Highland en su versión de Gran Autonomía durante el trayecto. Aunque esto afectó nuestra prueba del Model Y Long Range RWD, no impactó significativamente en la experiencia general del viaje.

A pesar de este contratiempo inicial, nuestra travesía transcurrió con completa normalidad. Nos sumergimos en la experiencia sin hacer alardes, simplemente viajando como lo haríamos con cualquier otro vehículo de combustión. Cada parada se convirtió en una oportunidad para estirar las piernas, comprar algo para comer y recargar el coche.

Las recargas, el punto más crítico del viaje, no representaron mayores obstáculos. Optamos por viajar con comodidad, evitando la ansiedad de llegar con la batería al mínimo. En la mayoría de los casos, el tiempo de recarga coincidía con nuestras pausas naturales, lo que nos permitía continuar el viaje con la batería completamente cargada.

A lo largo del recorrido, nos impresionó la abundancia de cargadores disponibles en toda Europa. Priorizamos los supercargadores de Tesla por su facilidad de uso, pero también encontramos una variedad de opciones de recarga rápida en centros comerciales y hoteles. Sin embargo, esta densidad de cargadores también nos obligó a hacer algunas concesiones, como detenernos en lugares específicos para recargar, lo que limitaba nuestra flexibilidad en cierta medida.

En algunas ocasiones, nos enfrentamos a la preocupación de encontrar los puntos de carga ocupados. En Burdeos, por ejemplo, tuvimos que reubicar el coche debido a la alta demanda en el centro comercial donde estábamos cargando. En España, experimentamos dificultades similares en un hotel en las afueras de Burgos, donde todos los cargadores estaban ocupados al regresar de tomar un café.

A pesar de estos desafíos, nuestra experiencia general fue positiva. Pudimos recorrer media Europa con relativa facilidad, enfrentando los mismos desafíos que podríamos encontrar con un vehículo de combustión. Sin embargo, queda claro que España aún tiene trabajo por hacer en términos de infraestructura de carga para vehículos eléctricos. Aunque cada vez es más fácil viajar en coche eléctrico en nuestro país, todavía hay margen para mejorar.

Nuestro viaje desde Berlín a Madrid en coche eléctrico fue una experiencia enriquecedora que nos permitió explorar las posibilidades y los desafíos de la movilidad eléctrica en Europa. A medida que la tecnología y la infraestructura continúen avanzando, estamos seguros de que los viajes en coche eléctrico se volverán aún más accesibles y convenientes en el futuro.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba