OpiniónSALUD

No puede tomar sus propias decisiones sobre anticonceptivos

El 10% de las mujeres en todo el mundo no puede tomar sus propias decisiones sobre anticonceptivos

Cerca de 1 de cada 10 mujeres en el mundo se encuentra en la imposibilidad de tomar decisiones autónomas respecto a su salud sexual y reproductiva, según lo indica el informe «Estado de la Población Mundial 2024», publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Este organismo, encargado de velar por la salud sexual y reproductiva, ha revelado preocupantes hallazgos que arrojan luz sobre la persistente falta de autonomía de las mujeres en numerosas partes del mundo.

En el 40% de los países que disponen de datos al respecto, se ha evidenciado una tendencia preocupante: la autonomía corporal de las mujeres está disminuyendo. Esta situación es un reflejo claro de los desafíos que aún enfrenta la lucha por la igualdad de género y los derechos reproductivos en todo el planeta. Además, el informe señala que alrededor del 25% de las mujeres a nivel mundial no tienen la capacidad de negarse a mantener relaciones sexuales, lo que subraya una problemática aún más amplia en cuanto al consentimiento y la libertad sexual.

La falta de autonomía reproductiva afecta especialmente a millones de mujeres y niñas pertenecientes a comunidades marginadas. Estas mujeres, debido a su identidad étnica, racial, o simplemente a su lugar de nacimiento, no han podido beneficiarse plenamente de los avances en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos que se han logrado en las últimas décadas en otras partes del mundo.

Bajo el título «Vidas entrelazadas, hilos de esperanza: eliminando las desigualdades en salud y derechos sexuales y reproductivos», el informe destaca el rol crucial que juegan el racismo, el sexismo y otras formas de discriminación en la perpetuación de estas desigualdades. Estos obstáculos no solo dificultan el progreso de las mujeres en materia de salud sexual y reproductiva, sino que también limitan su capacidad para ejercer plenamente sus derechos humanos más básicos.

(Conoce Variedad De Noticias Con Diario Digital Panameño).

Las mujeres y niñas que viven en situaciones de pobreza, así como aquellas pertenecientes a minorías étnicas, raciales o indígenas, y las que se encuentran en entornos de conflicto, son las más afectadas por esta falta de autonomía reproductiva. Estos grupos enfrentan mayores barreras para acceder a la atención médica adecuada, lo que aumenta significativamente el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto, e incluso la posibilidad de muerte materna.

Por ejemplo, en África, una mujer que experimenta complicaciones durante el embarazo y el parto tiene una probabilidad de morir casi 130 veces mayor que una mujer que vive en Europa o América del Norte. Esta disparidad impactante pone de relieve la urgencia de abordar las desigualdades en salud sexual y reproductiva a nivel mundial.

Además, las mujeres afrodescendientes en América enfrentan un mayor riesgo de mortalidad materna en comparación con las mujeres blancas, mientras que las mujeres pertenecientes a grupos étnicos indígenas también tienen una mayor probabilidad de sufrir complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto.

Las mujeres con discapacidad son otro grupo especialmente vulnerable en términos de salud sexual y reproductiva. Tienen hasta diez veces más probabilidades de sufrir violencia de género que las mujeres sin discapacidad, lo que resalta la interseccionalidad de las desigualdades que enfrentan muchas mujeres en todo el mundo.

Las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género también enfrentan obstáculos significativos para acceder a la atención médica adecuada y a los servicios de salud sexual y reproductiva. La discriminación y la violencia basada en la orientación sexual y la identidad de género continúan siendo desafíos importantes que deben abordarse urgentemente a nivel global.

Este año marca el trigésimo aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) de El Cairo, un hito importante en el cual 179 gobiernos se comprometieron a priorizar la salud y los derechos sexuales y reproductivos como parte integral del desarrollo sostenible.

Sin embargo, a pesar de algunos avances, los logros alcanzados corren el riesgo de desvanecerse. Millones de mujeres y niñas siguen rezagadas en términos de acceso a la atención médica adecuada y a los derechos reproductivos, y los indicadores clave de salud sexual y reproductiva han experimentado una desaceleración o estancamiento en su progreso. Por ejemplo, la tasa de mortalidad materna no ha cambiado significativamente desde 2016, con 800 mujeres muriendo cada día durante el parto en todo el mundo.

La doctora Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, destaca la importancia de abordar estas desigualdades persistentes y renovar el compromiso con la salud y los derechos sexuales y reproductivos. A pesar de algunos avances significativos, queda mucho por hacer para garantizar que todas las mujeres y niñas puedan ejercer plenamente su autonomía reproductiva y acceder a la atención médica que necesitan.

El informe del UNFPA pone de relieve la urgencia de abordar las desigualdades en salud sexual y reproductiva a nivel mundial. Solo a través de un compromiso renovado con la igualdad de género y los derechos humanos se podrá garantizar que todas las mujeres y niñas puedan tomar decisiones autónomas sobre su salud y su cuerpo, sin importar su origen étnico, racial o socioeconómico.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba