EE.UU. Veta el Intento Palestino de Lograr Reconocimiento en la ONU como Estado
En una decisión que ha provocado reacciones en todo el mundo, Estados Unidos ha ejercido su poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, bloqueando una resolución que buscaba otorgar el estatus de miembro pleno de la organización a un Estado palestino. La resolución recibió el apoyo de doce miembros del Consejo, pero el veto de EE.UU. impidió su aprobación, con dos abstenciones de Reino Unido y Suiza.
El viceembajador de Estados Unidos, Robert Wood, explicó la postura de su país, destacando la necesidad de reformas por parte de la Autoridad Palestina antes de avanzar hacia el reconocimiento como Estado. Wood señaló específicamente la presencia de Hamás, considerada una organización terrorista, en Gaza, como uno de los obstáculos fundamentales para el reconocimiento pleno. Destacó que el veto no refleja una oposición al concepto de un Estado palestino, sino que enfatiza la importancia de que su establecimiento surja de negociaciones directas entre las partes involucradas.
Esta acción ha sido recibida con fuertes críticas y desilusión por parte de los líderes palestinos. El presidente Mahmoud Abbas condenó el veto estadounidense como «injusto, poco ético e injustificado», afirmando que contradice la voluntad de la comunidad internacional. Riad Mansur, representante palestino en la ONU, expresó que la resolución no aprobada no debilitará la determinación del pueblo palestino hacia la obtención de su Estado independiente.
(Lee Ultimas: La guerra entre Israel e Irán “ha salido de las sombras”).
Por otro lado, Israel ha celebrado la decisión de Estados Unidos, considerando la resolución como una «propuesta vergonzosa» que merecía ser rechazada. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, ha reafirmado la estrecha alianza entre Estados Unidos e Israel y ha destacado la postura de Washington en su apoyo a la solución de dos Estados mediante negociaciones directas.
El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, recordó el reciente ataque perpetrado por Hamás en octubre de 2023, que resultó en la muerte de 1.200 personas y el secuestro de más de 200. Este ataque fue citado como una muestra de la continua amenaza que representa Hamás para la seguridad de Israel y como justificación para el rechazo de la resolución.
La decisión de Estados Unidos de vetar la resolución ha vuelto a poner de relieve las complejas dinámicas geopolíticas y los persistentes desafíos para alcanzar la paz en la región. Desde hace décadas, el conflicto entre Israel y Palestina ha sido uno de los más difíciles de resolver en el escenario internacional. Temas como las fronteras, el estatus de Jerusalén, el retorno de los refugiados y la violencia política han obstaculizado repetidamente los esfuerzos por encontrar una solución duradera.
La expansión de los asentamientos israelíes en territorios palestinos, en particular en Cisjordania y Jerusalén Este, ha sido una fuente constante de tensión y ha socavado los esfuerzos hacia una solución de dos Estados. Con más de 700.000 israelíes viviendo en más de 300 asentamientos, según cifras de B’Tselem, el panorama para la creación de un Estado palestino independiente se ha vuelto cada vez más desafiante.
La historia del conflicto se remonta a la resolución 181 de la Asamblea General de la ONU en 1947, que planteó la idea de dos Estados, uno judío y otro árabe, en la región. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por los países árabes, lo que llevó a una guerra en la que Israel declaró su independencia en 1948 y fue atacado por sus vecinos. Desde entonces, el conflicto ha evolucionado y ha pasado por varias fases, incluida la Guerra de los Seis Días en 1967, que resultó en la ocupación israelí de Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos y los intentos de mediación internacional, la paz sigue siendo esquiva en la región. La falta de voluntad política, las divisiones internas entre los palestinos y la reticencia a comprometerse en concesiones significativas han contribuido a un estancamiento prolongado en el proceso de paz.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado repetidamente la construcción de asentamientos israelíes en territorios ocupados, considerándolos una violación del derecho internacional y un obstáculo para la paz. Sin embargo, Israel ha mantenido su postura de que los asentamientos autorizados son legales y necesarios para su seguridad.
La decisión de Estados Unidos de vetar la resolución en la ONU refleja las complejas realidades políticas y de seguridad en la región. Mientras tanto, el conflicto entre Israel y Palestina continúa siendo uno de los desafíos más urgentes y persistentes para la comunidad internacional, con el sueño de un Estado palestino independiente aún fuera de su alcance.
