Único País Árabe que Participó en el Operativo Aéreo para Repeler el Ataque de Irán contra Israel
La ubicación geopolítica de Jordania en el corazón de Medio Oriente lo coloca en una posición de considerable importancia estratégica, pero también en un dilema político constante. El reciente enfrentamiento entre Irán e Israel ha exacerbado esta situación, llevando a Jordania a tomar decisiones críticas que podrían tener repercusiones significativas tanto a nivel regional como interno.
El sábado pasado, cuando una lluvia de drones y misiles lanzados por Irán se dirigía hacia Israel como represalia por el ataque al consulado iraní en Damasco, las fuerzas aéreas jordanas se lanzaron a interceptar los proyectiles. Este acto, inusual para un país que no suele acaparar la atención mediática internacional, marcó un punto crucial en la política exterior de Jordania.
Aunque Jordania ha mantenido relaciones formales con Israel, las tensiones entre ambos países han sido evidentes en los últimos tiempos, especialmente debido a la situación en Gaza. Sin embargo, el reino hachemita ha demostrado ser un actor clave en la estabilidad regional, colaborando estrechamente con Estados Unidos y otras potencias occidentales en materia de seguridad.
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El deseo de presentarse como el socio árabe más fiable ante Estados Unidos ha sido un factor determinante en la decisión de Jordania de intervenir para neutralizar el ataque iraní. A pesar de las tensiones con Israel, el reino hachemita reconoce la importancia de mantener buenas relaciones con su vecino para garantizar su propia seguridad en un entorno volátil como Medio Oriente.
Las relaciones entre Jordania e Israel han pasado por altibajos desde la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993. Aunque Jordania se convirtió en el segundo país árabe en establecer relaciones diplomáticas con Israel, la causa palestina sigue siendo un tema sensible en la opinión pública jordana. Sin embargo, la necesidad de cooperación militar con Israel ha llevado a Jordania a mantener un delicado equilibrio entre sus intereses nacionales y regionales.
Por otro lado, las relaciones entre Jordania e Irán han sido tensas en los últimos años. Irán ha sido acusado de intentar desestabilizar Jordania a través del apoyo a milicias afines en la región, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad nacional jordana. La influencia de Irán en países vecinos como Líbano, Siria e Irak también ha despertado temores en Jordania de que Teherán pueda intentar replicar su modelo en su territorio.
El contrabando de armas y drogas desde Irán ha aumentado en los últimos años, lo que ha generado preocupaciones adicionales sobre la seguridad fronteriza de Jordania. Además, los intentos de Irán de promover el chiísmo en un país predominantemente sunita han generado tensiones religiosas internas en Jordania.
El reciente ataque iraní ha puesto a Jordania en una posición aún más delicada, ya que Israel podría responder lanzando proyectiles que atraviesen su espacio aéreo. Esto crearía graves problemas políticos para el gobierno jordano, que se vería atrapado entre la necesidad de proteger a su población y las presiones internacionales para mantener la estabilidad en la región.
El dilema que enfrenta Jordania refleja los complejos equilibrios políticos y estratégicos en los que se maneja desde hace décadas un país que, a pesar de su tamaño relativamente pequeño, desempeña un papel crucial en la geopolítica de Medio Oriente. La reciente intervención de Jordania en el enfrentamiento entre Irán e Israel subraya la difícil posición de este país en una región marcada por conflictos y rivalidades históricas.
